Muchas personas aseguran despertarse de forma recurrente entre las 3 y 4 de la mañana, sin motivo aparente. Este fenómeno ha generado todo tipo de interpretaciones en redes sociales, desde explicaciones emocionales hasta teorías relacionadas con el estrés.
Especialistas en sueño indican que este horario coincide con una fase en la que el cerebro está más activo. Factores como la ansiedad, preocupaciones acumuladas o cambios en la rutina pueden provocar estos despertares nocturnos.
Otros expertos señalan que el uso excesivo de pantallas antes de dormir, una mala alimentación o el consumo de cafeína también influyen en la calidad del descanso.
Aunque despertarse ocasionalmente es normal, si ocurre de forma frecuente, lo recomendable es observar hábitos diarios y, de ser necesario, consultar a un profesional. El cuerpo suele enviar señales cuando algo no está del todo equilibrado.